Los seres humanos tenemos más poder con nuestra mente que con nuestros cuerpos. Pero esto no solo depende de pensar o idear planes, también depende de las funciones cognitivas que nos vienen de fábrica. Y es que el cerebro es una máquina increíble, y si la trabajamos como corresponde, aún más. En este artículo te vamos a contar cuáles son las funciones cognitivas básicas y cómo cuidarlas para sacar su máximo potencial.
¿Qué son las funciones cognitivas básicas?

Las funciones cognitivas básicas son el conjunto de habilidades más básicas y sencillas que el ser humano puede realizar gracias a nuestro desarrollado cerebro. Es decir, son las habilidades que nos permiten procesar la información y convivir con el mundo exterior. Así, entablar una conversación o estudiar dependen de estas habilidades.
Existen funciones básicas y superiores, pero aquí nos centraremos en las básicas. Y es que aunque todas las funciones cognitivas se pueden considerar “básicas” en el sentido de que son igual de importantes, lo cierto es que no todas se desarrollan en el mismo momento de nuestra vida.
Además, las superiores dependen de las básicas, y, por tanto, requieren un esfuerzo mental superior (valga la redundancia).
Las habilidades, tanto básicas como superiores, se encargan de realizar procesos mentales que nos permitan hacer cosas tan “normales” y “banales” como saber qué tengo que comprar, dirigirte al sitio al que quieres ir, etc.
Lo bueno de estas funciones cognitivas es que se pueden entrenar. Es importante cuidarlas y, más adelante, te contaremos cómo hacerlo.
Conoce formas de entrenar tu mente y tu cerebro
Funciones cognitivas básicas
Existen un total de 3 funciones cognitivas básicas principales. Estas son:
Atención
La atención es una de las funciones cognitivas básicas más importantes y una al mismo tiempo de las más “básicas”. Esta función permite fijar nuestro pensamiento a un solo estímulo, sin la posibilidad de distraer al cerebro de otro.
En otras palabras, gracias a la atención podemos mantenernos un tiempo determinado escuchando, viendo, leyendo o haciendo ciertas cosas fijamente sin que nuestro cerebro se vaya por las ramas.
Dentro de la atención existen tres subtipos:
- Selectiva: solo presta atención a un solo estímulo.
- Sostenida: prolonga en el tiempo la atención sobre un estímulo.
- Dividida: capaz de permitirnos hacer caso a dos estímulos a la vez.
Memoria
Otra de las funciones cognitivas básicas más importante es la memoria. Por algo, junto con la atención, son funciones básicas, y es que sin ellas apenas podríamos vivir como vivimos actualmente.
La memoria se encarga de almacenar información y reternerla el tiempo que sea necesario, según el caso.
Existe tanto la memoria a corto plazo como la memoria a largo plazo:
- A corto plazo: es información que se retiene durante muy poco tiempo y luego se borra. Ejemplo: la carta del menú que has visto en el restaurante.
- A largo plazo: información que se almacena durante mucho tiempo en la memoria. Ejemplo: las tablas de multiplicar.
También existe otra división de esta función en:
- Memoria episódica: es la información sobre nuestra vida que se va almacenando en forma de recuerdos.
- Memoria semántica: es la información sobre datos generales, como temas que aprendimos en el colegio.
Estos dos tipos de memoria, son, por supuesto, memoria a largo plazo, ya que se almacenan de por vida.
Gnosias
Probablemente una de las primeras funciones cognitivas básicas que desarrollamos es la gnosias. Recibimos etsímulos a través de nuestros 5 sentidos: gusto, oído, olfato, vista y tacto.
Desde bebés, empezamos a oler, a tocar, a ver, a oír y a probar comida. Incluso en este último caso no tiene por qué ser comida. Muchos bebés tienden a lamer algún objeto. La razón no es otra que esta función cognitiva, que nos permite relacionarnos con el medio gracias a los sentidos.
Cómo cuidar de tus funciones cognitivas básicas

La clave de un desarrollo cognitivo sano es cuidar de nuestras funciones desde pequeños. Pero una vez adultos olvidamos estas funciones cognitivas básicas y o las ignoramos o simplemente las vemos tan “banales” que ni somos conscientes.
Algunos problemas de estas funciones vienen desde pequeños, como el déficit de atención, aunque también existe el TDAH en adultos. Otros pueden desarrollarse con los años, como sucede en el caso del Alzheimer y la pérdida de memoria.
Para cuidar de estas funciones, e incluso potenciarlas, existe el neuroentrenamiento.
Gracias a la neuropsicología, la ciencia que estudia nuestra mente desde el punto de vista fisiológico y neurológico, podemos entrenar nuestras funciones y mejorarlas.
Igual que podemos entrenar nuestro cuerpo físico, entrenando nuestros múculos en el gimnasio, con los ejercicios adecuados podemos entrenar nuestras funciones cognitivas.
De esta manera, prevendrás la pérdida cognitiva en el futuro y mejorarás el déficit de atención y otras afecciones, en el caso de niños y adolescentes.
Además, en personas mayores aún sanas podrán prevenir que exista una pérdida cercana.
En RX2 Center cuidamos de tu salud neurológica y llevamos a cabo este neuroentrenamiento.
Ven a visitarnos a nuestro centro de la Finca, en Pozuelo de Alarcón, en Madrid. En nuestra consulta de neuropsicología evaluaremos tu caso y te propondremos un plan completamente personalizado.
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